Cuando tenemos un bebé, una de las preocupaciones más comunes es cómo ayudarles a aliviar el gas y la incomodidad después de comer. Sabemos que los bebés tienden a tragar aire durante la alimentación, lo que puede causarles dolor y malestar. Pero, ¿cuándo llega el momento de dejar de sacarles los gases? En este artículo, una enfermera especializada en cuidado de recién nacidos nos dará las respuestas.

Los primeros meses de un bebé suelen estar llenos de rutinas de comer, hacer caca y dormir. Sin embargo, cuando algo altera ese flujo, los bebés lloran para expresar su malestar. Durante la alimentación, el gas se convierte en una molestia particular para ellos, por lo que suelen necesitar que se les saquen los gases para aliviar el dolor y la incomodidad. Pero, ¿llegará un momento en que los bebés ya no necesiten este proceso?

Según Carole Kramer Arsenault, R.N., fundadora de Boston Baby Nurse & Nanny, un servicio de cuidado de recién nacidos, y autora de Newborn 101, los recién nacidos tienen esfínteres esofágicos subdesarrollados. Estos esfínteres son bandas de músculos en la parte superior e inferior del esófago que regulan el paso de los alimentos, la saliva y el gas hacia dentro y fuera del estómago. Arsenault explica que en los bebés más pequeños, estos músculos no se relajan de forma espontánea cuando necesitan eliminar el gas, lo que provoca que traguen aire durante la alimentación. Si este aire no se libera a través de un eructo, termina llegando a los intestinos del bebé, lo que generalmente causa dolor.

Entonces, cuando tu bebé se ponga inquieto y molesto al final de la alimentación, no está expresando queja por la comida en sí. Simplemente se siente incómodo debido al exceso de aire en su barriguita. Es por esto que la Academia Estadounidense de Pediatría (AAP) recomienda hacer eructar regularmente al bebé durante las pausas de la alimentación y al finalizarla. Si estás amamantando, puedes intentar hacerlo cuando cambies de pecho, y si estás usando biberón, puedes hacerlo cada dos o tres onzas. Con el tiempo, el proceso de sacarles los gases se volverá parte de cada alimentación, y podrás reconocer incluso las señales más sutiles de incomodidad en tu bebé.

Sin embargo, llegará un momento en el que notarás que tu bebé ya no experimenta incomodidad durante y después de las comidas. Esto indicará que su esófago y su coordinación han madurado lo suficiente como para prescindir de sacarles los gases, ya que dejarán de tragar aire. Según Arsenault, el esófago de los bebés suele estar completamente desarrollado entre los 4 y 6 meses de edad, aunque cada bebé es diferente.

Es importante destacar que no podemos verificar visualmente la madurez del esófago de nuestro bebé, por lo que deberemos prestar atención a las señales externas que indican que ya no necesitan que les saquemos los gases. Cuando tu bebé pueda alimentarse sin llorar y esté listo para jugar inmediatamente después de comer, puedes dejar de hacerles eructar. Incluso si aún tragan algo de aire, alcanzar hitos en su desarrollo, como sentarse y darse vuelta, les permitirá resolver los problemas de gas por sí mismos.

Hasta que llegue ese momento, hay algunas cosas que puedes hacer para que las comidas sean más fáciles para tu bebé. Si usas biberón, considera utilizar una tetina de tamaño adecuado que regule el flujo de leche y evite que trague mucho aire. Si estás amamantando, ten en cuenta que algunos alimentos que consumes pueden causar molestias a tu bebé, como los productos lácteos y las verduras crucíferas. Reducir la ingesta de estos alimentos puede ayudar a reducir los gases en los bebés amamantados.

Ahora bien, saber cuándo y cómo sacarles los gases a nuestros bebés puede ser todo un desafío. No siempre es fácil y, a veces, puede que no sea necesario. Es importante recordar que cada bebé es único y puede haber casos en los que no necesiten ser eructados. Forzar un eructo cuando no es necesario puede resultar estresante tanto para el bebé como para los padres.

Según Arsenault, nunca debemos forzar un eructo. Si después de intentarlo durante unos diez minutos nuestro bebé no eructa, es probable que no necesite hacerlo en ese momento. Si te encuentras en la situación de que tu bebé necesita eructar pero le resulta difícil encontrar alivio, mantén la calma. Ponerse ansioso solo aumentará la tensión y la incomodidad para ambos. Intenta mantener un ambiente tranquilo y relajado para que tu bebé se sienta más cómodo durante el proceso.

Es importante mencionar que existen diferentes técnicas para sacarles los gases a los bebés, y no todas funcionan igual de bien para todos. La clásica técnica de darles palmaditas en la espalda mientras los sostenemos en nuestro hombro puede no ser la más efectiva para los recién nacidos, ya que necesitan mucho apoyo para mantenerse erguidos. Otras alternativas incluyen darles palmaditas o frotarles la espalda mientras están boca abajo sobre nuestro regazo, o acostarlos boca arriba y moverles las piernas como si estuvieran pedaleando en una bicicleta. Estas técnicas pueden ayudar a liberar el gas de una manera más suave y efectiva.

Sacarles los gases a nuestros bebés no tiene por qué ser una tarea tediosa o estresante. Más bien, debemos considerarlo como parte del proceso de alimentación, una oportunidad para fortale